Existen diferentes sociedades mercantiles que puedes crear, por lo que debes elegir la que más se ajuste a tu plan de negocio. Para la constitución de una sociedad debemos tener en cuenta principalmente tres factores: el número de socios que va a participar, el capital inicila con el que se cuenta y sobre quién recaerá la responsabilidad de los bienes.

Las sociedades mercantiles más comunes son las siguientes:

Autónomo o emprendedor de Responsabilidad Limitada:  Éstas son unas formas jurídicas unipersonales, que no requieren de capital inicial, y en las que la responsabilidad recae sobre el propio autónomo o es ilimitada.

Sociedad Civil: Para su constitución no se requiere capital inicial ni tampoco requiere inscripción en el Registro Mercantil. Únicamente basta, la unión de como mínimo dos personas quienes serán los únicos responsables de todos los bienes.

Sociedad de Responsabilidad Limitada: Requiere un capital inicial de 3.000 €. Éste es el tipo de sociedad a constituir si lo que queremos es unirnos a otros socios y tomar el control tanto de las decisiones como de las aportaciones de capital.

Sociedad Anónima: Es el tipo de sociedad elegida por las grandes empresas, que tengan aspiraciones de expansión a un mercado internacional. Se ajustará a nuestro plan de negocio si disponemos de un capital inicial superior a los 60.000 €.

Sociedad Limitada: Recurriremos a este tipo de sociedad cuando pretendamos constituir una empresa en la que haya un número reducido de socios (ya sea unipersonal hasta un máximo de 5), con un capital inicial mínimo de 3.000 € y máximo de 120.000 €